lunes, 3 de febrero de 2014

¡Tercer día del viaje a Japón!


Bueno ya estamos aquí con una nueva entrada. Como el título indica, ¡vamos a por el tercer día de mi viaje en solitario por tierras niponas!

Como era costumbre, seguí mi rutina matutina de desayuno y una ducha tranquila para ponerse en marcha hacia el nuevo destino turístico que tocaba: Enoshima. Como recordareis, en mi primer viaje también visitamos Enoshima, pero lo vimos ya de noche y sin poder llegar a los típicos acantilados, vamos, que no vimos ni un solo paisaje debido a la oscuridad. Por eso quería volver a visitar aquel lugar.

Asi pues cogí el tren hasta llegar a Kamakura, y una vez allí coger el Enoden, o también dicho el viejo tranvía, pero aunque viejo, lleno de encanto al pasar casi rozando por las calles entre las que circulaba. Una vez en la estación de Enoshima, era cuestión de dirigirse a la playa y seguir el paseo marítimo y el puente hacia la isla de Enoshima.




La verdad es que vista de día gana enteros, poder ver el océano y las pendientes rocosas de la isla era impresionante. Aun así había que seguir un "cómodo" recorrido de escaleras hasta llegar a lo alto del faro. Cabe destacar que no me enrollé mucho ya que esa zona ya la tenia bastante vista de la anterior vez, por lo cual tenia ganas de llegar al faro para poder seguir la ruta hacia las cavernas que no había podido ver la anterior vez, aunque me detuve un rato en ciertos momentos, como la típica campana donde ponen candados los enamorados.



Así pues me sorprendió ver el estrecho camino, la cantidad de gente, y las abruptas escaleras que tenia aquel camino de bajada... atasco constante. Pero desde luego mereció la pena, unas vistas preciosas, junto a poder andar (con mucho ojo) entre las piedras que aun tenían charcos en sus recovecos debido a la subida del mar por la noche.






Tras un tiempo tirado al sol con el ruido de las olas rompiendo contra las piedras, me puse en marcha para ir a comer y hacer el camino de vuelta. cabe destacar que subiendo aquellas escaleras imposibles, me jodí la rodilla, no se exactamente que me pasó, pero supongo que me toqué algún ligamento o algo así, pues los días posteriores me dolía caminar cosa mala...

Pero bueno, ¡sigamos sin matizar mucho mi maltrecha rodilla! Una vez comido hice el camino de vuelta a Tokio. Mas concretamente hacia el templo Zozoji, para volver a caminar por allí, y sobre todo, porque me pillaba de paso hacia la Tokio Tower que era mi destino final. Ya había visitado aquella torre, pero no sé, me gusto mas la idea de volver a subir allí que por ejemplo ir al Sky Tree.





En definitiva, estuve esperando al anochecer en lo alto de la torre mientras me tomaba una cerveza fresquita, aunque pese al barullo de la cafetería no era fácil desconectar, mas o menos lo conseguí mientras en sol iba cayendo en Tokio. Finalmente cuando anocheció, me puse a grabar vídeos desde todos los ángulos del mirador... aunque luego resultase que la cámara grabo bastante mal...







Y después de hacer todas las tomas que consideré necesarias, me dispuse a volver al hotel para descansar tranquilamente con mi cena comparada, como no, en mi combini de confianza (de confianza no sé, la que tenia debajo del hotel...). Y así es como terminó el día a grosso modo, proseguiré con el cuarto día en la próxima entrada, ¡nos vemos!


PD: se que últimamente ando muy desconectado, pero ahora tengo una pareja estable y con la cual intento pasar el mayor tiempo posible, espero que a mis pocos seguidores no les importe en demasía y me lo perdonen ^^ jajajaja. Muchas gracias por seguir leyéndome, estoy pasando una temporada de ensueño. Gracias de verdad :)


Salu2


domingo, 22 de diciembre de 2013

La vuelta a Japón: ¡Segundo día! (que original...)


Bueno, bueno, bueno... Sé de sobra que tenía un poco parado el tema de seguir con las entradas del segundo viaje, así pues, vamos a continuar con ello:

Desde luego el clima no me iba a acompañar tras mi primer despertar en la capital nipona... el cielo totalmente encapotado y el suelo húmedo, cuando me asome a la ventana de la habitación no llovía, pero cuando baje a desayunar me puse en el gran ventanal que tenia la cafetería y como no... ya había comenzado a llover.

Como recordareis, me habían perdido la maleta e iba con lo puesto y poco mas. También destacar que no soy muy amigo de los paraguas, por lo cual salí a la calle simplemente con una capucha. Aprovechando que tenia que mirar ropa por si la maleta no aparecía, me dirigí al Tokio Dome, para ver la tienda Shonen Jump y el resto de tiendas de ropa que hay en ese centro comercial, la verdad es que fiche ciertas prendas por si tenia que volver, y cabe destacar que tampoco estaban nada mal de precio.



Estuve prácticamente toda la mañana dando vueltas por la zona, haciendo muchos vídeos mas que fotos, aprovechando el día lluvioso saqué buen material. Después de esto ya me dirigí hacia Akihabara una vez mas, tenía unas ganas enormes de comer Katsudon en el restaurante en el cual comimos anteriormente los Aeroflotienses.


Después de comer tranquilamente (no como los nipones que comen a toda prisa...), me dirigí camino del hotel para darme una ducha y secar un poco la ropa ya que, la capucha de la sudadera estaba empapada. Pero de camino vi un tori a lo alto de unas escaleras que subían entre los típicos edificios tokiotas. Así pues las subí para ver que había tras el tori. Y la verdad es que fue una sorpresa muy grata, ya que lo bueno de Tokio, es que entre la zona mas urbanizada te puedes encontrar un precioso y relajante templo shintoista.



Tras un tiempo en el templo (el cual he intentado buscar el nombre, pero no me aparece),subí a mi habitación, ¡y cual fue mi sorpresa al encontrar mi querida maleta desaparecida allí! al fin ropa limpia y seca, ¡que por lo visto había visitado mas mundo que yo! Así pues un baño relajante en la compacta bañera nipona y tras cambiarme, de vuelta a la calle con destino a Shibuya.


Shibuya, el barrio tokiota donde se encuentra el cruce mas transitado del mundo y donde descansa la estatua del fiel Hachiko. Visita obligada, aunque ya lo hallas visitado una vez como en mi caso. Cruzando nuevamente y varias veces el cruce, viendo a Hachi, y sobre todo ir a Mandarake. No porque quisiera ver frikadas (bueno, un poco...) sino porque por Internet parecía que ellos tenían Nekomimis, ya sabéis, las orejas esas de gato que se mueven con el pensamiento o eso dicen... pero nada, no las tenían, así que tendría que seguir buscando para conseguírselas a la muchacha que me las había pedido.


Poco después de estar en Mandarake me eché un cigarro en las típicas zonas de fumadores, y me puse en marcha de nuevo hacia Akiba, para poco después volver al hotel, y eso que eran las 7 de la tarde, pero a esas horas en Japón ya es hora de cenar. Así pues otro bento en la conbini y a la habitación. Y poco mas que contar, que al día siguiente esperaba otro día mas de visitas, el cual ya os cuento en la siguiente entrada. ¡A mas ver!


Salu2

lunes, 30 de septiembre de 2013

La vuelta a Japón


Buenas gente, lo prometido es deuda y aquí voy a contaros como empezó mi nueva aventura nipona. Como sabéis (o no) mi segunda estancia en Japón la hice en solitario, todo el tiempo y experiencias para mi sólito.

Todo empezó, como es menester, en el aeropuerto de Barajas, el vuelo salia a las 7 de la mañana y como no tenia quien me llevase a esas horas allí me quede a pasar la noche en la terminal. Fue bastante curiosa la experiencia, pues no era el único por allí. Y pese al casi dominante silencio de la T2, se me hicieron bastante amenas las horas que estuve pululando por ahí.


Facturé sobre las 5, pase los controles y seguí esperando hasta que pude embarcar en el avión. Cabe destacar que no dormí en toda la noche para poder dormir en el viaje hacia Tokio, de 12 horas tras mi escala en Roma. El viaje no fue muy placentero y no dormí prácticamente nada, y eso que tenia un poco mas de espacio ya que no tenia asientos delante. Me tragué películas en ingles en cantidades ingentes hasta que finalmente aterrizamos en Narita.

Y es cuando fui a recoger mi maleta cuando empezó la desafortunada aventura. Me habían perdido el equipaje, dios sabe como, pero es lo que había sucedido. Tras hablar con la simpática japonesa de Alitalia, deje todos los datos para que me enviasen el equipaje al hotel. Pensé: "bueno, pues me ha tocado, que se le va a hacer", pero la realidad es que me hallaba solo y sin ropa, menos mal que las cosas importantes las llevaba conmigo en el equipaje de mano.

Pero la cosa seguía, se me jodió la tarjeta PASMO que tenia de mi anterior visita, así pues cogí el Narita Express para poder llegar a la estación de Ueno. Una vez en Ueno he de decir que eran las 9 de la mañana, y el horario de entrada en el hotel era a las 3 de la tarde, por lo cual me quedaba toda la mañana sin nada planeado y con un sueño que no era normal.

Así pues ¿como matar el tiempo? pues bien, lo primero que hice fue dirigirme al hotel Edoya ( mi antiguo hotel), por un ataque de nostalgia, poder echarme un cigarrillo, y robarles el wifi para avisar a familia y amigos. Así pase una hora tomando un café de lata japonés que tanto me gustan. Luego me dirigí hacia mi nuevo hotel para saber exactamente donde estaba y matar un poco de tiempo. Después me pasé por una combini y compre una botella de Calpis y un melonpan para matar un poco la gusa, y después de dirigí al parque Ueno.



Hacia sol, y mis queridos cerezos estaban en flor, no puedo describir a ciencia cierta lo que sentí. Una mezcla de admiración, nostalgia, belleza y paz. Los japoneses estaban ya tirados bajo los cerezos comiendo o bebiendo, yo simplemente paseaba, primero entre la multitud y luego buscando lugares alejados para perderme entre mis pensamientos. Saqué la cámara para hacer vídeos y fotos, y me sentía pleno, lo único que me molestaba eran los ruidos típicos que hacían los cuervos.





Tras esos momentos de paz el sueño ya iba pudiendo conmigo. Comí una hamburguesa rápidamente y me dirigí de nuevo a mi hotel, con la esperanza de que aunque fuesen las 2 de la tarde, me dejaran ya pasar a mi habitación a dormir algo, y gracias a dios que así fue.


Tras unas horas de sueño, me levante con el sonido del despertador. me dí un duchazo rápido y el resto de la tarde me dediqué a pasear por mi querida Akihabara. Grabé un par de vídeos con cierta nostalgia recordando mi ultima estancia con mis queridos Aeroflotienses, y me pasé de nuevo por una conbini al lado del hotel para comprarme un bento muy rico y barato para cenar.


Y así fue como termino el primer día, charlé un rato con familia y amigos tirando del wifi de la habitación y a dormir, porque al día siguiente empezaría en serio con mi visita nipona. Y aquí dejo también la entrada de hoy, seguiré la crónica y espero que vosotros también la sigáis porque desde luego no tiene desperdicio.


Salu2!









jueves, 19 de septiembre de 2013

Tienes que hacer lo que no puedas dejar de hacer

Muy buenas gente, aquí estamos con nueva entrada de mi recién retomado blog. Quería decir que al final ni tres meses me pude ir a vivir a Tokio, pese a que al final si me echaron del curro. El problema es el paro, son muy restrictivos sobre el tema de salir al extranjero cuando estas cobrando la prestación de desempleo. Al año te "conceden", por así decir, 15 días para salir del país sin justificación alguna, pero para ir mas tiempo, debes justificarlo muy bien (búsqueda de empleo, estudios, etc...) cosas que por si mismas no podía hacer. Así pues me conformé con los susodichos 15 días, y si, me fui de nuevo a Tokio y también a Kioto a la aventura y  totalmente solo, al contrario que la otra vez que como sabéis, fui con mis queridos Aeroflotienses.

Por lo cual en las próximas entradas iré contando, como anteriormente hice, mis experiencias en mi segunda estancia en el país nipón. Ya veré si cuento el día a día o algo mas resumido, según se vayan cayendo mis palabras de mi mente al teclado lo iré viendo y también, según del tiempo que disponga para ello, ya que como comenté prefiero escribir cuando realmente esté motivado a ello y no como una especie de obligación :)

Así pues me voy despidiendo ya por hoy, en la próxima entrada si que me comprometo a empezar a contar realmente mi viaje y las peripecias que me pasaron hasta llegar a Japón.


Salu2!


"Nunca se ha logrado nada sin entusiasmo" - Emerson


lunes, 16 de septiembre de 2013

Volviendo

Que te pique el gusanillo de volver a escribir y a bloguear de la noche a la mañana, tiene sus misterios, sobre todo cuando son de esas noches típicas en las cuales tu cerebro se pone a filosofar y darle vueltas a las cosas cuando lo único que quieres es dormir.

Me pongo a releer las entradas y me doy cuenta de que casi ha pasado un año desde que "colgué los guantes", un año entero en el que han ocurrido un sinfín de cosas, de cambios. Muchos de importancia, pero otros tan sutiles que para muchos le serán imperceptibles, los cuales, empezaré a contar de nuevo en mi retomado y querido blog.

Como muchos sabréis (ya que la mayoría entráis aquí porque me conocéis en realidad), este blog es mi especie de diario publico, donde me expreso y digo lo que quiero, porque me gusta escribir y dejar constancia de las cosas, como hoy, que repaso mi pasado simplemente mirando mis viejas entradas. Para los que entráis aquí a través de los buscadores, espero que ciertas entradas os ayuden a encontrar lo que buscabais, como ya ha hecho mucha gente antes, por lo cual sed bienvenidos.

Por lo demás, aquí acabo esta entrada que da comienzo a una nueva "temporada". no se si seguiré el formato de una entrada a la semana o no, creo que mas bien publicaré cuando me apetezca, que es lo suyo, y no comprometerme a algo determinado. Por lo demás nos vemos en la próxima entrada.

Como siempre linkearé la entrada en Facebook, y ahora también en Twitter


Salu2


lunes, 24 de septiembre de 2012

El Plan B

Buenas gente, vamos de nuevo con otra entrada mas en este nuevo lunes. El otro día me di cuenta de una cosa, y es de lo rápido que pasa el tiempo cuando damos una mirada hacia atrás. Hace apenas un año por estas fechas, estaba todo emocionado por mi inminente viaje a Japón, y un año después, estoy a la espera de que empiece Octubre, para empezar a tramitar mi posible visa de estudiante con Kai School, para poder estar en Tokio durante un añito entero. Alguno que otro me ha dicho que si no tengo “miedo”, de estar allí solo y a todo lo que podría venírseme encima… para nada, ¿realmente me sirve para algo el “miedo”? no me beneficia para nada, los miedos solamente nos encadenan y no nos dejan actuar como deseamos, cuantas cosas se pierde la gente por esos supuestos miedos y no ser un poco mas valientes…

Bueno, a lo que iba… no tengo ningún tipo de miedo. Es una aventura, toda una experiencia la que intento llevar a cabo. Pero siempre hay la posibilidad de que por X o por Y no me den la visa, y si ocurre eso es cuando mandaré todo a la porra, me deprimiré y me diré a mi mismo que soy un cagarro que no vale nada, me maldeciría mil veces mientras me abrazo las rodillas diciendo que ya no tiene sentido mi vida…







Que nooooo… ni de coña hombre, tengo la mala costumbre de buscar alternativas de antemano, soy bastante previsor en ciertos aspectos, y para el tema de Japón, tengo pensado un “Plan B” (incluso a veces tengo hasta “Plan C”…). El Plan B consiste en estar 3 mesecillos, en los cuales aún no tengo claro si estudiaría japonés o no en algún curso intensivo (no sería necesario ya que la visa de turista son 3 meses y no necesito escuela alguna), depende de lo que me aburriese o quisiese gastar. Ya os comenté en entradas anteriores que es lo que pretendía hacer y mis planes, así por encima, si me daban la visa y me quedaba un año, pero si son solamente 3 meses… ¿Qué pienso hacer?

Pues disfrutar a más no poder y vivir, ¡gozar de la experiencia que son dos días!, tendría que hablar con Nanita para ver como podríamos hacerlo para alquilarme un apartamento durante esos 3 meses, ya que ellos se especializan en alquileres de 6 meses como mínimo, o en su defecto de un mes (que son mucho más caros…). Después de tener un sitio donde caerme muerto cada día en Tokio, hay muchas cosas que hacer. Mas o menos os puse un resumen en la entrada de “Mi lista de la compra Tokiota” (http://cronicasd1optimista.blogspot.com.es/2012/07/mi-lista-de-la-compra-tokiota.html), pero seguramente, como no tendría que subsistir durante un año ahorrando cual hormiga, podría visitar muchos mas sitios del territorio nipón como ir a Osaka, Hiroshima, etc.

¿Y cuando me iría?, pues evidentemente hasta que no me aclarasen el tema de la visa de estudiante no lo se, pero seguramente sería para la primavera del año que viene también, ¡con el buen tiempo!, eso es lo bueno de ir 3 meses, que puedo elegir libremente cuando quiero estar allí. Evidentemente aunque el plan de 3 meses parezca más tentador por su simpleza, me privaría de muchas cosas como tener un trabajo a tiempo parcial y conocer a mucha más gente nativa, pero bueno, habría que mirar lo positivo de cada cosa, y a ver que pasa que nunca se sabe.

Así que nada, con muchas ganas que llegue ya el mes que viene para empezar a mover seriamente ya las cosillas necesarias para la visa de estudiante, que sigue siendo el Plan A y principal objetivo. Ya iré contando como va el asunto y los dolores de cabeza que seguramente me traerá, pero en definitiva es muy simple: Quien no arriesga, no gana… No me gustan los “Y si hubiese…” ¡Así pues vamos darlo todo, allá voy y lo voy a conseguir de una forma u otra! ¡Nos vemos en la siguiente entrada gente, a más ver!


"El ánimo gozoso hace florida la vida; el espíritu triste, marchita los sucesos" - Salomón


Salu2

lunes, 17 de septiembre de 2012

To the Moon...

Para mi, los videojuegos son un arte. Cuando digo “es un arte” me refiero a una magnifica forma de expresión. Y como toda forma de expresarse creativamente encontramos distintitos tipos de material: del bueno, del malo, y del comercial… que es consumido en absurdas dosis y cuya calidad dista de la realidad con la que se vende. Personalmente para mí hay muchos juegos a lo largo de mi vida videojueguil que han calado en profundidad, títulos como ICO o Shadow of the Colossus, por ese cierto factor X que no llego a poder explicar con palabras. Otros como Flow o Flower, por el relax que produce su simplicidad o belleza. Deus Ex, Mass Effect o Metal Gear Solid, por sus épicas y profundas tramas. Y otros como Dear Esther, cuales motivos ya comenté en una entrada anterior.


Hoy voy a hablar sobre un juego que mezcla un poco de lo anteriormente citado, con un toque de nostalgia. To the Moon es una mezcla ligera y pequeña de aventura grafica y novela, con un mínimo toque J-RPG. Creado por una empresa de juegos “indie” de corta trayectoria, y que en su equipo no cuenta con mas de 7 personas, un proyecto pequeño podríamos decir. Según comenzamos la partida nos convertimos en espectadores de una secuencia animada sencilla que nos hace replantearnos a qué demonios estamos jugando. A primera vista no dista mucho de un juego de Final Fantasy de SNES, a los 10 segundos de empezar el juego, el apartado técnico puede hacerte pensar que lo mejor es abandonar el viaje, pero si se le da una oportunidad encontrarás una joya del género.


La historia, aquí está el punto fuerte. To the Moon se sitúa en una ficción en la que la ciencia ha avanzado a un punto en el que cierta tecnología puede hacerte cambiar tus recuerdos y así cumplir tus mayores sueños. Imagina que tu sueño siempre ha sido ser un deportista de élite. Obviamente puede que parezca una estupidez, pero ahora imagínate que eres un anciano al borde de la muerte, ahí, la cosa cambia. Nuestros protagonistas, la Dra. Eva Roselene y el Dr. Neil Watts, son dos empleados de una compañía que se dedica a hacer realidad los sueños de la gente de una forma psicológica, cambiando sus recuerdos. Un anciano en cama a punto de morir llamado John, les contrata para hacer realidad su sueño antes de morir y poder dejar el mundo en paz. ¿Su sueño? Ir a la luna. Pero no es tan sencillo, ya que al preguntarle por la razón de su deseo, el anciano muestra no conocer el motivo que le llevó a desear algo así. Una vez dentro de su mente tendremos que buscar "mementos" (recuerdos en forma de objetos) que nos ayudarán a enlazar partes de su memoria y a viajar a través de sus recuerdos para buscar la motivación que le lleva a querer viajar a la luna. Y ya os digo que “porque sí” no es.




No voy a soltar ningún spoiler, tranquilos. No se si seria correcto llamar a To the Moon un juego, puesto que es mas parecido a una novela grafica, la jugabilidad es limitada y solo sirve para darte el mando de esta historia que en realidad debería estar empaquetada como una novela. Pero como ya comenté antes, los juegos son una forma de expresión, y éste es el lenguaje que los creadores han escogido para contarte una historia. Aconsejo que permitáis que os la cuenten.



Como he dicho al principio, el juego tiene un toque J-RPG. La dirección artística de este juego es estupenda, no diría excepcional pero cumple de sobra. Con solo unos pocos sprites (grupo de pixels) consigue proyectar satisfactoriamente cualquier cosa que quiera. La felicidad, la nostalgia, la tristeza, lo antiguo, lo moderno, el paso del tiempo… todo ello sale a relucir perfectamente a través de los escenarios y personajes.





Hablemos de Música. La mayor parte de la banda sonora se compone o bien de melodías de piano o de sonidos electrónicos. Como tema principal tenemos una canción de piano que compone uno de los personajes del juego. Dicho tema empieza de forma muy sencilla, pero de manera que el juego va avanzando vamos escuchando cómo continua y se va desarrollando esa canción haciéndose cada vez mas compleja y mejor. Solo hay un tema cantado en toda la banda sonora, el resto es solo instrumental, cantada por Laura Shigihara, la misma de Plants vs Zombies.




El juego es básicamente una novela grafica pero controlado a modo de RPG clásico. Mueves a tu personaje hasta la zona que quieras investigar y buscas objetos que necesites o hablas con quien tengas que hablar, no hay mucho mas aparte de eso. Buscar objetos nos llevará la mayor parte del juego (no es tedioso ni difícil) al menos hablando en lo que seria la parte jugable, ya que como he dicho, es mas una novela interactiva que un juego. Aparte de eso tenemos algunos puzzles, nada apenas desafiante que digamos, y algún que otro minijuego por ahí suelto. No hay nada en especial que saber, simplemente es sentarse, poner el juego y meterse dentro de la historia, no necesita nada más. Hay que saber que el juego por ahora solo está disponible en inglés, punto negativo para los que no estén muy puestos en el idioma anglosajón. La duración es de 3 horas y 50 minutos en mi caso.





Conclusión, este juego tan especial me ha dado muy buenos ratos, aunque algo breves, y quería compartirlo con vosotros. Sinceramente, es difícil de explicar qué hace tan grande este juego simplemente describiéndolo, hay que probarlo. El principal atractivo es la historia… pero cómo darla a conocer sin arruinárosla… es un salto de Fé. Así pues, sin más, me despido por el momento. Nos vemos en la siguiente.


“Yo soy responsable de todo lo que digo… no de lo que los demás entiendan”

Salu2